Pequeño tutorial
Como hacer fotos de platos
Las fotografías de platos cocinados pueden ayudar al cliente a elegir un plato, pero también pueden ayudarlo a cambiar de restaurante.
La fotografía es un arte y un oficio, esta modesta guía no pretende hacerse pasar por el trabajo de buenos profesionales sino mejorar la calidad de nuestras fotografías y conseguir que nuestros platos se presenten de la mejor manera.
Este tutorial está enfocado a hacer mejores fotografías tomadas con teléfonos móviles y para ser vistas en una pantalla pequeña, por lo tanto no es necesaria una gran resolución, las cámaras de los teléfonos actuales tienen una resolución más alta de la necesaria.
El programa "menus.cat" reduce las fotos a 1000px para almacenar la foto, resolución más que suficiente.
No voy a entrar aquí en temas culinarios, pero me gustaría empezar diciendo que una buena presentación del plato es fundamental, podemos tomar una foto de un chuletón en un plato, pero si esta carne lleva una guarnición decorativa, como un par de espárragos o pimiento verde, un tomate pequeño o una crema de boniato, el plato tendrá otro aire. Los pequeños detalles marcan la diferencia. Tratamos nuestros platos como obras de arte y tendremos medio trabajo hecho.
Lo primero que hay que intentar hacer es tomar las fotografías con buena iluminación, esto nos permitirá que las fotos no nos queden movidas por la baja velocidad de obturación. Cuanta menos luz tengamos, más tiempo debe estar abierto el obturador para dejar entrar la luz, con el consiguiente riesgo de que la foto se mueva. En el caso de que esto nos suceda y no podamos tener más luz, tenemos la opción de elevar la sensibilidad ISO de la cámara.
Recomiendo no tomar las fotos desde arriba con la cámara absolutamente vertical, esto aplana los platos, la mejor manera suele ser desde el mismo ángulo donde el comensal ve el plato, un ángulo de 45º.
Acerquémonos al plato, observemos los reflejos de las luces sobre el plato, busquemos el mejor lado de la comida y, si es necesario, tomemos fotos de todos los lados. Desaconsejo el uso del flash, porque aplana la perspectiva elimina las sombras, mejor una luz lateral que marca las sombras y las luces.
Una vez tomada la foto, comienza el trabajo más interesante, el retoque. Rara vez una fotografía no necesita una mejora.
Abriremos la foto desde la galería y pulsaremos sobre el botón de edición representado por un lápiz.
Aquí tenemos la opción de rotar la foto para alinearla bien.
Y la de cortar, moviendo las esquinas de la foto para enmarcarla.
Luego hay que ajustar las luces.
Tenemos un puñado de controles para mejorar la fotografía, los más importantes son la exposición que nos permitirá aclarar u oscurecer la foto en general, la de los brillos de luz y la de los sombras. Las fotos más complicadas son aquellas que tienen tonos muy claros junto a otros muy oscuros, la cámara tomará un valor medio de luz y no se verán bién ni las unas ni las otras.
Los iconos pueden variar según el modelo de teléfono.
Aquí tenemos un ejemplo, a la izquierda la foto original y a la derecha después de aclarar las trufas y oscurecer la nata.
Vale la pena practicar el comportamiento de cada uno de los controles y observar cómo actúa cada uno de ellos en las diferentes partes de la fotografía.
La mayoría de las fotografías necesitan aclarar las partes oscuras que se han quedado sin detalle.
Con la herramienta "Sombras" daremos luz sobre las partes más oscuras y ganaremos en detalle.
Asimismo, con la herramienta "Luces" o "Reflejos", nos ayudará a oscurecer las partes más brillantes resaltando sombras que parecían invisibles.
En el aspecto del color tenemos que tener mucho cuidado, las aplicaciones estándar de los teléfonos solo permiten subir o bajar la saturación de todos los colores en su conjunto, en caso de que necesites alterar un color concreto tendremos que recurrir a Apps o al ordenador con programas más especializados.
Mucho cuidado con las fotos hipersaturadas con colores irreales.